CONSEJOS DE SALUD
NUESTROS PIES Y EL CALOR
Ana Sans, podóloga en el Hospital San Juan de Dios, nos sitúa sobre los problemas que pueden sufrir nuestros pies en el estío y ofrece pautas preventivas para mantener su salud
El verano es una época propicia para padecer de los pies. Las temperaturas y el cambio de hábitos suelen dar lugar a ciertas molestias y, en algunos casos, a patologías que pueden ser evitadas. Ana Sans, podóloga, incide en la importancia de realizar una protección activa del pie: “lo primero que suele suceder es que realizamos un cambio de calzado y eso tiene sus consecuencias”. La elección de un zapato que permita la transpiración y evite recalentar los pies resulta esencial: “las deportivas deben usarse puntualmente y cuando se practica algún deporte, pero no es recomendable su uso diario”.
Otro calzado protagonista del verano es la sandalia “que debemos elegirla no sólo por estética, sino pensando en nuestra seguridad: es recomendable la sujeción al tobillo para evitar esquinces y torceduras.”
Capítulo aparte merecen las conocidas “chanclas“, que disponen de solo una tira entre 1º y 2º dedo y cuyo “uso debe ser limitado”. La experta incide en que “no es recomendable convertirlas en un calzado de calle pues no sujetan el pie y producen más incidencias de dedos en garra, dolor en la planta del pie y torceduras de tobillo”.
La variación de nuestras costumbres y hábitos tienen su efecto “aumentando los riesgos y las incidencias como pie de atleta, ampollas, papilomas o exceso de sudoración entre otras patologías”.
Ana Sans recuerda que unas mínimas normas de higiene pueden evitar estos problemas: “podemos sugerir algunas recomendaciones. La primera, no ir descalzo en determinados lugares públicos como piscinas o gimnasios, pues puede suponer un mayor riesgo de infecciones fúngicas y de papilomas”. Otra regla de oro está relacionada con el sol, “por básico que parezca también debemos aplicar crema solar en la zona de los pies, sobre todo zona de empeine”.
En cuanto a la higiene más adecuada de los pies, Ana Sans recomienda “después de cada lavado, hacer un buen secado, sobre todo en los espacios interdigitales”, además “un sudor excesivo puede hacer que se agriete la piel, por ello aplicaremos antitranspirantes por la mañana e hidratante especifico por la noche“.
Por último, llevar los pies al descubierto y sin calcetines favorece aparición de rozaduras, “por ello hay que llevarlos a ratos los primeros días y recomendamos comprar el calzado por la tarde cuando el pie presenta mayor volumen o hinchazón”.
Valorar la actividad que vamos a realizar (viajes, deporte, playa o piscina, paseos de montaña…) y elegir el calzado adecuado a cada situación, redundará en la salud del pie.