ESTRATEGIA

Pluripatología y polimedicación

La Unidad del Paciente Subagudo, Pluripatología y Cronicidad y el Servicio de Farmacia Hospitalaria trabajan alineados para conseguir reducir los efectos de la polimedicación.

La integración del farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria en los equipos multidisciplinares que atienden al paciente crónico complejo constituye ya una realidad. El Hospital San Juan de Dios trabaja con este modelo que vincula las decisiones médicas y farmacéuticas intentando ofrecer beneficios al estado del paciente. Las estrategias coordinadas por ambos servicios unifican la planificación de la prescripción, la revisión y adecuación del tratamiento farmacológico y la desprescripción de medicamentos inapropiados.

Elisa Molins Castiella, responsable de farmacia en el Hospital San Juan de Dios, recuerda los datos actualizados que expresan como “casi el 89% de los mayores de 65 años consume algún medicamento” y como esa cifra “se eleva más del 93 % al cumplir los 75”. A estos datos se añade otro, relativo a la polimedicación de estos pacientes: “el 94% de las personas que padecen enfermedades crónicas se tratan con un promedio de siete medicamentos”.

En este modelo de trabajo conjunto, el farmacéutico tiene un papel relevante en la aplicación de estrategias que puedan minimizar o prevenir el efecto negativo de los medicamentos en la aparición y agravamiento de síndromes vinculados (estreñimiento, incontinencia, caídas,  malnutrición, delirium, o deterioro cognitivo, entre otros).

Entre los riesgos de la polimedicación se encuentran la aparición de interacciones farmacológicas relevantes, de reacciones adversas, de errores de medicación, de baja adherencia al tratamiento o de un mal cumplimiento “que repercuten en problemas de salud, incremento de recursos sanitarios y en un incremento en la mortalidad”.  

El farmacéutico de hospital, integrado en el equipo multidisciplinar de atención al paciente crónico colabora directamente en conseguir aliviar los problemas que presenta el paciente crónico complejo, que requiere un abordaje multidisciplinar en el que diferentes profesionales colaboren para la optimización de los problemas de salud y sociales que suelen presentar estos pacientes. La revisión conjunta médico-farmacéutica del tratamiento crónico al ingreso hospitalario y en las transiciones asistenciales, más tarde se trasladará al ámbito de atención primaria para facilitar yofrecer seguridad y calidad de vidaa pacientes vulnerables frágiles con polifarmacia.

Esta experiencia, iniciada el pasado año, “está dando resultados muy satisfactorios, y se extenderá  en un medio plazo a todas las unidades del Hospital”, afirma Elisa Molins.