Una historia de adaptación a las necesidades sanitarias
El Hospital San Juan de Dios de Pamplona se ha ido adaptando a lo largo de los años a las necesidades sanitarias de la población, como complemento de la estructura sanitaria pública, tal y como propugnan sus valores
La alarmante situación de la expansión del virus del ébola, con casos como la muerte del hermano Patrick Nshamdze o la repatriación del hermano Miguel Pajares, pone en evidencia la vocación y el valor de solidaridad que tradicionalmente ha cultivado la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
La Orden Hospitalaria ha ido siempre cubriendo las necesidades de salud de la población de forma coordinada con la sanidad pública, centrándose en las necesidades concretas de aquellos lugares en los que está presente y en las comunidades más desfavorecidas. Hoy ha tocado estar luchando contra el ébola en los países africanos contagiados, pero si echamos la mirada hacia atrás, podemos encontrar otros ejemplos en nuestro propio Hospital de San Juan de Dios Pamplona-Tudela.
En los años 90, por ejemplo, el Hospital se hizo cargo de la atención a pacientes enfermos de SIDA, así como a pacientes con Alzheimer. Enfermos con necesidades que en su momento no estaban cubiertas al 100%. También se creó la Unidad de Cuidados Paliativos, ámbito muy poco extendido por aquellos años, gracias a lo cual, hoy en día, el Hospital es pionero en el abordaje científico y humano de los pacientes en esta situación. Asimismo, el Hospital atiende a pacientes ancianos enfermos, dentro de la red de la sanidad pública y aborda su rehabilitación para obtener la máxima recuperación funcional una vez superada su enfermedad.
Y es que el valor central y principal de la Orden es la HOSPITALIDAD. Los que formamos parte de la familia hospitalaria queremos contribuir al desarrollo y bienestar de nuestra sociedad desde la opción por este valor y su desarrollo. La Hospitalidad se expresa a través de la calidad que es la base esencial de nuestro servicio y gestión. La calidad se traduce en respeto por todas las personas que acuden a nuestros servicios y a nuestros centros. Acoger con respeto al otro, nos lleva irremisiblemente a la responsabilidad, criterio fundamental de nuestro servicio y nuestra gestión. Y finalmente, desde esta responsabilidad se explica la dimensión o valor de la espiritualidad para acompañar a cada persona en su búsqueda de significado, de religión y de trascendencia.
De esta forma, con el Proyecto de Renovación de Estructuras y la construcción del nuevo edificio, el Hospital pretende garantizar su continuidad y seguir siendo capaz de ofrecer una atención integral, adaptada a los requerimientos de la Medicina y la Sociedad actual.
Aprovechamos estas palabras para pedir ayuda para todos los afectados por la enfermedad del virus del ébola y agradecemos el envío de material que ya se está acercando a través de las organizaciones no gubernamentales