Al sol que más calienta
Es verano y conviene recordar la necesidad de protegerse del sol. Elisa Molins, responsable de farmacia hospitalaria, recomienda esa protección en cualquier edad y para cualquier tipo de piel.
La exposición solar vinculada al ocio y al verano no puede perder de vista la necesaria concienciación y el ejercicio responsable de una serie de gestos imprescindibles para la salud de nuestra piel. Elisa Molins, responsable de farmacia hospitalaria, recomienda ejercer esa protección “en cualquier edad y con cualquier tipo de piel”.
Los productos específicos facilitan esta tarea veraniega “que debería realizarse durante todo el año” y en la que resulta imprescindible “un poco de atención para evitar los olvidos y una aplicación correcta para eludir las lesiones”.
La respuesta a tres preguntas puede ayudarnos en esta misión:
¿Qué es el factor de protección solar (SPF ó FPS) de un protector solar?
El FPS es el número que aparece en el envase (15,30, 50…) y por el que la mayoría de las personas nos decantamos a la hora de elegir nuestro protector solar.
El FPS sólo hace referencia a la protección frente a la radiación UV-B (existe también la radiación UV-A) y nos indica el tiempo de protección solar que tenemos ante la exposición a los rayos solares. Por ejemplo, si un individuo se quema a los quince minutos de estar al sol, con un factor 30 retardaría ese efecto durante treinta veces más y así sustituyendo el 30 por distintos factores de protección solar.
Atendiendo a este valor, los protectores solares se clasifican en Protección baja: 6-10; Protección media: 15-25; Protección alta: 30-50; Protección muy alta: más de 50. Esto ocurre así, siempre y cuando la aplicación del protector solar sea correcta.
¿Cómo debe aplicarse correctamente el protector solar?
“Si seguimos la regla de los dos dedos, es relativamente sencillo. Aplicamos protector solar sobre dos dedos de la mano (crema extendida desde la yema a la base del dedo) y usamos estas medidas: dos dedos para el rostro; dos dedos en cada brazo; y dos dedos en cada pierna. Elevamos la aplicación a cuatro dedos para cubrir el torso y otros cuatro para la espalda. Este gesto debe repetirse durante la exposición al sol”.
¿Cómo podemos protegernos de la radiación UV-A?
“Los rayos UV-A son los responsables del fotoenvejecimiento de la piel: arrugas, manchas, etc. por lo que es imprescindible que nuestro protector solar nos proteja también frente a esta radicación. Para saber si un solar sigue las recomendaciones de la Unión Europea frente a la protección UVA debemos buscar estas siglas dentro de un círculo, en una zona visible del envase.
Esto garantiza que ese protector solar nos protege de los rayos UV-A al menos 1/3 de lo que lo hace frente a los rayos UVB”.
Varios consejos que conviene recordar:
- Evite el sol del mediodía.
- Elija el factor de protección adecuado, también con protección UV-A.
- Calcule el tiempo de la exposición al sol.
- Use una cantidad suficiente de protector solar.
- Protéjase con antelación.
- Repita la aplicación de protector solar cada 2h y tras cada baño.
- Recuerde que la ropa y un sombrero también protegen.
- No olvide las gafas de sol.
- Limpie e hidrate tu piel tras la exposición solar.
- Beba agua para mantenerse hidratado.