Educación en salud

 “Cuídese usted mismo para poder cuidar”  

Llega el periodo vacacional y conviene recordar la necesidad de dar descanso a los responsables del cuidado de mayores, enfermos y personas dependientes

En los últimos años se están produciendo grandes cambios en la población y la demografía caracterizados por un aumento del envejecimiento y una mayor prevalencia de las enfermedades crónicas y degenerativas.

Eva Elizondo enfermera de la UCA, Unidad de Continuidad Asistencial de San Juan de Dios, advierte sobre cómo estas situaciones inciden sobre la organización familiar: “el envejecimiento y el aumento de la pluripatología con la edad, conllevan una pérdida de autonomía del enfermo que repercute de forma notable en el ámbito familiar, sobre todo en el cuidador principal”.

La labor del cuidador principal es esencial en la evolución del paciente, recuerda Eva,  que destaca la importancia de este rol: “es una figura clave en la evolución de la enfermedad y en la calidad de vida del paciente”.

En muchas ocasiones esta misión del cuidador va más allá de un ingreso hospitalario puntual y se prolonga en el tiempo, surgiendo dificultades: “aparecen nuevas necesidades, más cuidados, mayor dependencia,…lo que puede conllevar un desgaste emocional y físico en esa persona cuidadora de referencia”.

Entre las preocupaciones que manifiestan los profesionales de la salud se va afianzando la idea de cómo ayudar a los que cuidan y cómo sostener a los familiares y cuidadores habituales, para que el paciente se encuentre bien.

Eva Elizondo propone pautas para afrontar esta misión con éxito: “buscar la ayuda e información de los profesionales y obtener la formación adecuada sobre la enfermedad y los cambios que ésta pueda deparar. Eso nos va a ayudar a estar preparados y a afrontar mejor la realidad”.  Otro consejo es “usar los recursos a su alcance y aprender las prácticas que le ayudarán a ser más eficaz en los cuidados. Nuestra escuela de familias y la educación que ofrecemos a pie de cama tratan de ayudar en este sentido”.  Por último, Eva recuerda que resulta esencial “no renunciar a los tiempos propios, aunque sean pequeños: dar un paseo, parar unos minutos para tomar un café, descansar en su domicilio si es posible, realizar actividades que nos satisfacen… y aprender a delegar y a buscar el apoyo de otras personas”, y reitera, “tenemos que cuidarnos, prever esas ayudas y, muy importante, reconocer que necesitamos ese apoyo como cuidadores”.

RECUERDE:

  • 1 Cuídese usted mismo para poder cuidar (descanso, paseo, cambio de rutina).
  • 2 Busque apoyo familiar (la carga será más llevadera en una atención coordinada)
  • 3 Acepte las ayudas (no rechace la colaboración de su familia o de los profesionales).
  • 4 Dedíquese un tiempo para usted (tiempo de “desconexión” o “recarga”)
  • 5 Comuníquese (exprese sus inquietudes y estado de ánimo)

Search

+
Hospital San Juan de Dios Pamplona