De la dependencia a la funcionalidad

Las funciones del T.C.A.E. (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y del celador en la Unidad de Recuperación Funcional, es la base del trabajo presentado por Rubén Pipó Pérez

Una comunicación presentada por Rubén Pipó Pérez analiza las funciones del T.C.A.E (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y del celador en el tratamiento al enfermo que se realiza dentro de la Unidad de Recuperación Funcional.

El autor describe el proceso y las herramientas que permiten acompañar la recuperación de un paciente “de la dependencia a la funcionalidad”.

Rubén relata en su exposición su pertenencia a un equipo multidisciplinar en el que actúan médicos, enfermeros, fisioterapeutas, trabajadores sociales, además de celadores y se detiene en  la descripción del tipo de pacientes que llegan a su unidad “son pacientes geriátricos con deterioro funcional, que han sufrido fracturas o presentan enfermedad degenerativa. Tenemos  pacientes necesitados de rehabilitación tras sufrir un ICTUS o pacientes que necesitan rehabilitación por deterioro funcional no neurológico. También los que han pasado un encamamiento  prolongado o personas que sufrieron amputación”.

El trabajo que expone enfatiza la importancia de realizar una buena acogida “en la que es importante que nos conozca como equipo y en la debemos obtener su información precisa  y lograr que comience a familiarizarse con su nuevo entorno, horarios o rutinas”.

La estancia en la Unidad llevará a los T.C.A.E. a realizar un acompañamiento al paciente “que irá desde proporcionar apoyo a la realización de su aseo personal, alimentación, preparación para acudir a sus sesiones de rehabilitación, o en aquellas maniobras que supongan levantar y acostar o el manejo de ayudas técnicas”.

Al alta, el T.C.A.E. reevaluará nuevamente al paciente para dejar reflejado el avance en funcionalidad del mismoy colaborará en la educación sanitaria y el asesoramiento a las familias (aseo, manejo de grúas de traslado y cambios posturales, entre otros).

El trabajo ha sido realizado en colaboración con Eliana Aránzazu, Laura Olivares y Beatriz Cárdenas, profesionales de la misma Unidad, y ha formado parte de una de las mesas de experiencias de las Jornadas.