Enfermería
Heridas crónicas: impacto social y pérdida de bienestar para el paciente
Un trabajo presentado por Ana Belén Sánchez (Responsable de Enfermería de Atención Paliativa) y Laura Guembe (Responsable de Enfermería de Atención Físico-Mental y Crónico), orienta el abordaje de las lesiones relacionadas con la dependencia y las heridas crónicas
“Las heridas crónicas suponen un grave problema de salud pública y están asociadas a una elevada morbi-mortalidad, afectan cada vez a un mayor número de pacientes y provocan una importante pérdida de bienestar y calidad de vida en las personas”. Con estas palabras Ana Belén Sánchez resume la importancia de acometer este aspecto en la atención sanitaria.
La tipología de los pacientes debido al aumento de la esperanza de vida y la realidad de una sociedad que envejece, hace que estas lesiones estén suponiendo a día de hoy “un gran impacto social”. Laura Guembe aporta datos sobre esta realidad: “se estima que entre 1 y el 1,5% de la población de los países desarrollados presenta una herida, un 80 %, son desarrolladas durante estancias hospitalarias y un 20-25% de los pacientes hospitalizados tienen alguna úlcera. En España unas 90.000 personas están afectadas por alguna lesión de este tipo”.
Las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD), en las que las lesiones por presión (LPP) son las más frecuentes, tienen una prevalencia total en hospitalización de un 7 – 8% siendo más altas en las áreas de cuidados paliativos, donde alcanzan un 16,7 %. En Europa entre el 2 y el 4 % del gasto sanitario total se utiliza para su tratamiento.
Las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD) incluyen hasta 7 tipos de lesión. Además de las producidas por presión, se dan lesiones asociadas a humedad, fricción o las combinadas de varios factores, “estimamos -afirman- que un 95 % de ellas podrían evitarse utilizando las medidas preventivas correctas por lo que enfermería tiene una gran responsabilidad sobre este tema”. Esta convicción llevó a ambas profesionales a presentar un trabajo de “Experto Universitario”, en el que analizan la situación, ofrecen medidas de prevención y acometida, e inciden en la docencia y las buenas prácticas para abordar el fenómeno.
Laura Guembe indica que en la práctica diaria surgen diferentes lesiones derivadas de la inmovilidad(úlceras por presión), laenfermedad(úlceras vasculares), la humedad (lesiones por humedad-LESCAH o dermatitis asociada a incontinencia-DAI), los traumatismos o las heridas quirúrgicas,“que afectan a distintas partes de la anatomía corporal como las prominencias óseas cuando es por presión, las extremidades inferiores si hablamos de úlceras por enfermedad o vasculares o la zona perineal o peri genital si es por humedad”.
En todo caso, afirma Ana Belén Sánchez, “en el día a día hemos detectado diferentes aspectos que nos han hecho ver la necesidad de realizar este estudio y es que existe una granvariabilidad de criterios profesionales, un volumen de curas muy alto y vemos la conveniencia de sistematizar los registros para obtener lo que consideramos una gran herramienta para la valoración en la calidad de cuidados de enfermería y su seguimiento. Así, mejoraremos nuestra atención a personas con heridas crónicas, seremos más eficientes, incluso en gasto sanitario y potenciaremos la prevención”.
El objetivo del plan de mejora busca ofrecer un marco integral para las heridas crónicas con herramientas de actuación, propuestas de investigación, intercambio de experiencia intrahospitalaria y capacitación técnica del propio personal de enfermería a través de distintos instrumentos de formación y docencia avalada por un grupo de experto.
Las profesionales esperan con ello disminuir notablemente la variabilidad, la capacitación técnica y la comunicación entre los profesionales, así como la gestión del gasto sanitario e incluso, la reducción temporal de las estancias hospitalarias. En definitiva, la calidad y confort de los pacientes.
Este Plan de Mejora presentado, obtuvo la máxima calificación en el curso de Experto.