Medios Especializados

  “Tramadol: ruleta analgésica/analgesic roulette”

“RESED” revista de la Sociedad Española del Dolor, ha publicado el artículo de las doctoras Rocio Rios, Isabel Erquiaga, Gabriela Picco y Marta Errasti, del equipo de Atención Paliativa

Un  trabajo realizado por las doctoras del Hospital San Juan de Dios de Pamplona-Tudela, Rocío Ríos-Cabrera, Isabel Erquiaga, Gabriela Picco, y Marta Errasti ha sido publicado por la Sociedad Española del Dolor.

Se trata de un artículo que advierte sobre la utilización y consumo de opioides en España y establece cómo esta práctica se ha incrementado en las últimas décadas, por lo que cabe recomendar  “un cambio en nuestra práctica clínica”.

Este aumento en el uso/abuso de estos fármacos se ha producido, fundamentalmente, a expensas del Tramadol y, en los últimos años, del Fentanilo. Así, en España, entre 1992 y 2006 se multiplicó por 12 el consumo de opioides, entre los cuales el más popular es el mencionado Tramadol.

El trabajo se fija en la evolución de consumo de estos medicamentos en Navarra, donde se observa un incremento del Tramadol y de la combinación Tramadol + Paracetamol de 0,90 DHD (dosis habitante día) en el año 2000 a 7,06 DHD en el año 2014.

La doctoras sostienen que “pese a que hay información que sostiene su eficacia como analgésico, hay un creciente cuerpo de evidencias postmarketing que muestran riesgos con su consumo, por lo que la decisión de prescribir este fármaco cada día debe ser más cuidadosamente considerada”. 

La potencia analgésica del Tramadol está influenciada por diferencias genéticas individuales o la variación fenotípica que influye en las tasas de acumulación y/o eliminación del fármaco: “esto supone una incertidumbre a la hora de la respuesta que el paciente va a tener, tanto en eficacia como en toxicidad”. La doctoras apuntan que “basados en el perfil CYP2D6 existen: pobres metabolizadores (PM) con escasa función CYP2D6, metabolizadores intermedios (IM), grandes metabolizadores (EM) y ultra metabolizadores (UM) con muchas copias del gen CYP2D6”.

Y se añade:”el medicamento es percibido como escasamente adictivo, pero desde su comercialización se acumulan datos sobre riesgo de dependencia y síndrome de abstinencia y su uso abusivo está generando serios problemas de salud pública en países como Irlanda del Norte, Egipto o Camerún. Sus efectos estimulantes y euforizantes predisponen al abuso. La adicción al Tramadol es un asunto prevalente sobre todo en Oriente Medio y África. En Inglaterra y Gales, en los últimos 4 años, el número de muertes por Tramadol se ha duplicado; el año pasado hubo, al menos, 179”.

El trabajo científico se formula una pregunta: ¿Sería factible prescindir del Tramadol? Esta cuestión se responde a través de la experiencia clínica: “En realidad, es un opiáceo débil con un efecto analgésico que no pasa de moderado y no existen evidencias robustas para su uso. Hay pocos estudios y heterogéneos. Los efectos adversos mencionados obligan a un uso prudente o, simplemente, a evitar la prescripción. Es difícil imaginar que un enfermo pueda necesitar Tramadol por encima de otras alternativas. Por añadidura, el segundo escalón de la escalera analgésica de la OMS está actualmente bajo cuestionamiento, ya que la primera crítica que se le hace es la ausencia definitiva de una eficacia probada de los opioides débiles. Un metanálisis de ensayos controlados y randomizados no mostró diferencias significativas entre los analgésicos no opioides solos o no opioides combinados con opioides débiles, y los estudios disponibles no muestran una diferencia clara en eficacia entre las drogas del primer y del segundo escalón”.

La doctoras concluyen:”Somos nosotros, los prescriptores de fármacos y poseedores de la información, quienes tenemos que sacar conclusiones y discernir lo real de lo irreal. Podemos admitir que el daño yatrogénico no es evitable en términos absolutos, pero sí lo es en términos relativos y conviene analizar lo que se puede hacer para reducirlo al mínimo”. 

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Hospital San Juan de Dios Pamplona