Neurología

Actividad física para pensar mejor

Ante el Día Internacional del Alzheimer (21 de septiembre), el Dr. David Ezpeleta destaca la importancia de realizar ejercicio físico para fomentar la salud neurológica

La actividad física y el ejercicio deportivo son dos buenos aliados del bienestar de nuestro cerebro, de nuestra salud neurológica. El Dr. David Ezpeleta, neurólogo en el Hospital San Juan de Dios, así lo destaca y advierte además de las alarmantes cifras de población sedentaria que ofrece España, con un porcentaje que supera el 40%.

El neurólogo sitúa al sedentarismo como “uno de los principales factores de riesgo tanto para las enfermedades neurodegenerativas como para las enfermedades cerebrovasculares”, y añade otro aspecto determinante: “el sedentarismo merma significativamente la cantidad y la calidad del sueño, afectando a nuestro rendimiento físico e intelectual”.

La actividad física, afirma Ezpeleta, “es beneficiosa tanto para la vascularización cerebral, como para fomentar las sinapsis neuronales”. Distintos estudios han demostrado, entre las múltiples bondades de realizar ejercicio físico, su función protectora frente a enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares, hasta el punto de suponer un retraso de 10 o más años en la aparición de las primeras manifestaciones clínicas: “múltiples líneas de investigación han demostrado que la actividad física, especialmente el ejercicio aeróbico, es un potente estímulo de la neurogénesis. La actividad física podría estimular la formación de neuronas en el hipocampo, la región del cerebro que participa, entre otras, en la memoria y el aprendizaje”, explica el experto.

Es preciso destacar que “la actividad física mejoraría diversas funciones ejecutivas cerebrales como la motivación y el impulso a hacer ejercicio, es decir, el mismo ejercicio ayudaría a vencer la pereza promoviéndose a sí mismo, cerrándose de este modo un círculo virtuoso de enorme importancia para la salud”, asegura.

Sobre las pautas de ejercicio y los tiempos recomendados, David Ezpeleta recuerda la conveniencia de incorporar la actividad física como una costumbre: “los adultos deberíamos dedicar al menos 150 minutos semanales a hacer actividad física, como caminar a buen ritmo, e incentivar a los niños y adolescentes a realizar ejercicio físico al menos 60 minutos diarios.La actividad física es uno de los principales garantes de un cerebro sano y es incuestionable su factor protector de muchas enfermedades neurológicas asociadas a la edad, como los ictus, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias”.

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