Formación

MANEJO DEL DOLOR AL FINAL DE LA VIDA

El curso intentará proporcionar conocimiento y estrategias para el manejo de situaciones clínicas que requieran un control del dolor atendiendo un derecho fundamental del paciente en el “Año Mundial del Dolor en las personas más Vulnerables” de IASP  (2019 Global Year Against Pain in the Most Vulnerable)

Los Servicios de Cuidados Paliativos y Medicina Interna y Geriatría del Hospital San Juan de Dios organizan un nuevo taller centrado ahora, en el manejo del dolor al final de la vida y editan material dirigido a los profesionales sanitarios con este motivo. El curso atiende los objetivos del “Año Mundial del dolor en los más vulnerables” promovido por IASP (International Association for the Study of Pain https://www.iasp-pain.org/GlobalYear), entre las que se mencionan población de pacientes ancianos, con demencia y personas en la fase terminal de su vida.

El curso, de cuatro horas de duración, se celebrará el próximo jueves 16 de mayo y está dirigido a profesionales médicos y de enfermería, y tiene solicitada la acreditación a la Comisión Nacional de Formación Continuada.

Las doctoras Isabel Erquiaga y Virginia Pérez, parte del equipo docente, afirman que “resulta necesario proporcionar conocimiento para conseguir controlar el dolor”. En datos aportados por Gabriela Picco, doctora del equipo, “con un tratamiento adecuado podemos conseguir controlar el dolor en el 80 a 90% de los pacientes y este porcentaje, ahora mismo, no se obtiene habitualmente en la práctica clínica”.

Citando al Dr. Gómez Sancho, expresidente de la Comisión de Deontología de la Organización Médica Colegial, las doctoras recordaban su afirmación: “el insuficiente alivio del dolor es la más escandalosa y persistente de las negligencias médicas”, por lo que significaban que “el enfermo tiene derecho a que su dolor sea aliviado, y los médicos tenemos el deber de aliviárselo. Por ello, los equipos sanitarios tenemos una responsabilidad deontológica en el manejo eficaz de la analgesia”.  Por su parte la Dra. Picco mantiene que “no se debe permitir que alguien sufra dolor por ignorar cómo tratarlo, por temor a aliviarlo con la posología suficiente o por creencias erróneas”. Y apunta: debemos tener siempre presente en el enfoque del dolor la dimensión social, psicológica, espiritual y humana. Los médicos hemos de afrontar el “dolor total”.

Sobre las causas que inciden en un insuficiente alivio del dolor, la Dra. Erquiaga afirma que  “están condicionados por múltiples motivos: deficiente valoración, falta de formación adecuada, inadecuada prescripción y/o posología de fármacos analgésicos, prescripción de analgésicos “en caso de necesidad” o “cuando el paciente los solicita”, resistencia de los médicos a recetar opiáceos por el temor a producir adicción o depresión respiratoria y la desconexión entre los centros de atención primaria, las residencias y la atención especializada”.

Erquiaga señala que “los estudios realizados en esta materia revelan deficiencias en el control sintomático en el medio hospitalario, domiciliario y residencial. Más de la mitad de los pacientes tienen un inadecuado control del dolor antes de su muerte”.

Sobre la definición de dolor puede decirse que «es lo que la persona que lo experimenta dice que es y existe siempre que la persona lo diga». Margot Mc Caffery, enfermera pionera en el tratamiento del dolor, expresaba que el dolor nunca «duele» simplemente: “el dolor insulta, desconcierta, trastorna y destruye física y moralmente”.

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Hospital San Juan de Dios Pamplona