Una colaboración que suma
Un estudio conjunto de los equipos de rehabilitación y psicología del Hospital SJD muestra los beneficios de la terapia combinada para pacientes paliativos: el 97% expresaron haber mejorado
Una terapia combinada de psicología y fisioterapia en pacientes paliativos hospitalizados asegura un resultado positivo para el 97% de los mismos, que afirman sentirse “con más ánimo y motivación”. Yolanda Santesteban (psicóloga EAPS) e Iñaki Vicente (fisioterapeuta) realizaban este estudio que expusieron en el Congreso de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.
Yolanda señala cómo “dentro de la atención integral que ofrecemos al paciente en el final de la vida, observamos clínicamente que la sinergia entre la atención psicológica y la fisioterapia combinadas, producían efectos potenciadores positivos en nuestros pacientes tanto en su motivación, ánimo y funcionalidad, como en el ajuste de expectativas”.
Esa percepción inspiró la realización de un trabajo de revisión conjunto. Iñaki Vicente, explica que se centraron “sobre el número de pacientes que habían recibido terapia combinada durante el 2021 en HSJD Pamplona y fueron dados de alta, una muestra de 79 pacientes, realizando un análisis de resultados del cumplimiento del plan rehabilitador y una valoración de sus expectativas y motivación”.
Los resultados indican que el 97% de los pacientes respondieron que la rehabilitación ayuda a mejorar su estado anímico y motivación, siendo una de las tres respuestas que más expresaron, que solo 4 abandonaron por falta de colaboración y adherencia y que el 86% cumplió el objetivo rehabilitador.
Las conclusiones, señalan, “nos permiten establecer que la terapia combinada en el final de vida favorece la motivación de los pacientes para alcanzar objetivos de funcionalidad, observándose sus efectos tanto en su motivación, adherencia, como en el estado anímico. Es un hecho que psicología y fisioterapia, como tratamientos que acompañan al paciente, favorecen la adaptación progresiva del paciente a la situación de enfermedad y motivan las esperanzas del propio paciente y de su entorno y familia”.
La metodología utilizada consistió en aplicar un análisis retrospectivo con registro de cumplimiento del objetivo rehabilitador al alta y con punto de referencia en el horizonte planteado en el documento de valoración inicial (contemplaba conceptos como transferencias; marcha autónoma; marcha asistida; confort; y mantenimiento). Por otra parte se realizó una pregunta abierta: “¿Qué cree que es lo que más le puede ayudar en este momento?” y para finalizar se procedió a la aplicación al alta de la Escala Alusti (escala de valoración funcional), cuyo resultado estableció un 28% movilidad conservada, un 40% movilidad dependencia grave, un 22% movilidad dependencia leve y un 10% movilidad dependencia total en el conjunto de los pacientes.